María Esther Beltrán Martínez Fotos: J.Carlos Santana
Málaga, España.- Para los que visitan el Centre Pompidou Málaga se encontrarán con la obra del americano Jim Dine (1935 en Cincinnati, Ohio), pintor, escultor, grabador y poeta. La sala de exposiciones temporales muestra una selección de treinta obras donadas por el artista al Musée National d´Art Moderne, entre 2017 y 2018 y agrupa obras pertenecientes al periodo de 1961 a 2016.
Jim Dine quién estuvo presente durante la inauguración mostró un conjunto de pinturas y esculturas que revelan la incesante exploración autobiográfica através de los elementos recurrentes como son herramientas de acero, corazones diseñados con diversos materiales, albornoces, venus y pinochos de madera entre otras obras.
Mostró su gusto por estar en la ciudad de Málaga y su beneplácito por la exposición, disfruto de la presencia de la prensa que cedió a tomarse las fotografías que se pidieran, y él tomó las propias. Un hombre que transmite paz más cuando se le ve vestido de blanco.
Su práctica de la poesía se hace presente debido que el artista escribió poemas inéditos con carboncillo en las paredes y las palabras amplifican las cualidades plásticas y simbólicas de sus obras.
La curadora de la exposición Annalisa Raimundo, explica que los primeros objetos que Jim Dine elige para sus composiciones son prendas de ropa (trajes, corbatas, zapatos, guantes...). Unos accesorios con mucha connotación que se convierten en presencias metafóricas por la forma en que se exponen, inertes, cual reliquias Mi esmoquin muestra la luz un sorprendente borde difuminado, 1965. Sirven en cierto modo de transición entre el cuerpo y el objeto y representan la extensión del cuerpo del artista en el paisaje que lo rodea. Rápidamente, Dine asigna a las herramientas que han forjado su infancia -sus abuelos tenían una ferretería- un uso autobiográfico. Además de los objetos seleccionados por su connotación autobiográfica, Jim Dine utiliza figuras emblemáticas para diseñar múltiples alter ego que le permiten dialogar consigo mismo y abordar su relación con el arte y con su proceso creativo.
Sobre la Donación Jim Dine explica en el catálogo expreso para la exposición: “Soy un artista versátil, de modo que podría haber donado otras creaciones del mismo periodo o de otros periodos diferentes. Todas las obras proceden de mi colección personal. Al principio, elegí guiándome por la intuición, pero después empecé a pensar en la relación entre cada obra que añadía y las demás. Quería mostrar todo el rango de mis temas y mis iconos y realizar una donación que tuviese fuerza en conjunto”.
La exposición tiene tres segmentos: Objetos simbólicos, Alter ego y El acto creativo y sus huellas.
Además de los objetos seleccionados por su connotación autobiográfica, Jim Dine utiliza figuras. Dibujados esquemáticamente, son planos, frontales y siempre muestran la misma postura, con los puños en las caderas, evocando una presencia amistosa pero indolente. En Stephen Hands Path asocia este motivo a un tronco cortado, oponiendo así ausencia corporal y cualidades físicas y dramatizando la inercia del albornoz.
“El albornoz llega a convertirse en un tema casi obsesivo que ocupa gran parte de la creación pictórica y gráfica de Jim Dine en dos momentos precisos: en 1964-1965 y entre 1974 y 1986. En esta segunda fase, los albornoces, presentados con múltiples registros de luces y colores, se disuelven en un fondo brumoso que les confiere un aspecto un tanto inquietante (The Farmer). A partir de 1983, los albornoces van cediendo paso a las venus. Dine personaliza la icónica Venus de Milo decapitandola y realizando en su estudio una moldura ampliada de yeso que ha presentado a lo largo de las décadas con formas, materiales y composiciones muy variados. Esta forma aparece tras un largo periodo en el que Jim Dine, retirado en Vermont, se centra en el estudio minucioso de la naturaleza y de su propio cuerpo y profundiza en el conocimiento de la historia del arte. Extraída de este contexto, simboliza esta etapa de investigación y, como los corazones, incluye a veces herramientas y objetos especiales para el artista. Dine comienza después a desarrollar sus creaciones en torno a la figura de Pinocho: se identifica con este niño solo en el mundo y lo usa como una metáfora de la creación. Con su actitud pícara, distraídos y despreocupados, a menudo con los pies desbordando el zócalo, los pinochos evocan la relación entre el creador y la materia prima simbolizando la historia de la escultura” explica la curadora.
Dale click al enlace y disfruta más de la retrospectiva del artista americano Jim Dine.
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