Este fin de semana pasado se llevo acabo el primer Festival Medieval en Guadalajara, dónde los asistentes viajaron al pasado para experimentar la época del medievo, en conjunto con los aspectos más destacado de ese tiempo, las actividades del festival se llevaron acabo en el Lienzo Charro Zermeño, lugar que se designo para ambientar la época de manera más acorde al evento.
En dicho lugar, se llevaron acabo actividades por la mañana y tarde, en la que asistieron fanáticos y familias curiosas, que deseaban experimentar lo que era vivir en ese tiempo. El festival estuvo ambientado por un actor caracterizado de Arlequín, quien desarrollo con varios matices a su personaje, pasando de lo gracioso hasta ser el aburrido de la corte del rey, según algunos asistentes.
Por otro lado, el festival contó con un mercadillo, en el que se podían disfrutar de diversos alimentos, entre ellos carnes y ensaladas, esto para darle un aspecto más acorde a lo que se degustaba en esa época. Cabe mencionar, que en el medievo se consideraba la carne como alimento principal en la mesa del rey y sus invitados, y los vegetales eran consumidos por el pueblo como símbolo de pobreza, aunque hoy en día es más recomendable y saludable consumir alimentos de manera balanceada.
Prosiguiendo con el tema, el festival estuvo armonizado por un colectivo musical, que puso a bailar a los asistentes, mientras que otros acudían a tomarse fotos con las bellas cortesanas que rondaban en el lugar, aunque también existían actividades como tiro con arco y la esperada competición de caballeros, evento que se esperaba con ansias por muchos asistentes.
En el combate se podían apreciar las luchas más feroces por obtener el primer lugar, en el que participaban hasta cuatro personas, entre jóvenes y adultos, para conquistar el trofeo, una "Copa de Hierro" que se llevaría el mejor caballero.
Y así sucesivamente fueron finalizando las actividades, y los tapatíos que pudieron disfrutar de ellas, desean con fervor que el festival regrese nuevamente para poder revivir la experiencia.
Por: Fabiola Lara
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