DIA DE MUERTOS

Por Víctor Vish Fernández    Foto Altar de El Bachillerato Oxford

Calavera literaria de Manuel Fernando Guzmán Jiménez Un poeta en el exilio

Este dos de noviembre, día en que recordamos a los familiares que partieron de este plano y lo hacemos lleno de color, manjares de la cocina mexicana, bebidas de nuestra tierra, altares que se llenan de amor para recibir a nuestros seres queridos para que disfruten de esos alimentos que tanto gustaban cuando estaban en vida.

Todo es ocasión para reunirse, para el mexicano como bien nos describe Octavio Paz en su magistral ensayo, El Laberinto de la Soledad. Somos un pueblo lleno de fiesta y rituales. pirotecnia, música, maríachi y calaveritas literarias que son versos en rima en la cual recordamos amigos, familiares así estén vivos o hayan fallecido. Nos burlamos de la calaca, le ganamos a la catrina, la huesuda termina sometida.

Aunque no existe una fecha exacta del surgimiento de las calaveritas literarias, todo apunta que fue a finales del siglo XIX, era una especie de epitafio, método que usaba el pueblo para criticar la elite del porfiriato, sin ser reprimida. Aunque no fuera existen unas más antiguas, se registran las hemerotecas que datan de 1849 en el diario “El Socialista”, que era impreso  en Guadalajara, Jalisco, por el médico italiano José Indelicato. Un ejemplo de lo que es una calaverita literaria es la que nos mandó nuestro amigo,  Manuel Fernando Guzmán Jiménez, un poeta en el exilió para nuestro querido y respetado jefe Adrián Rangel.

Rangel llora

Calaveras se han escrito

y más habrán de venir,

de Pepe Rangel hay una,

hoy se las voy a decir.

Rangel no es cura

ni le afligen las muchachas,

por La Llorona tiene dudas

por bocona y mano larga.

Él finge no estar enterado

que La Llorona lo escucha

por las tardes en la radio.

Varias veces ha negado

entrevista a la matona,

él le teme a la pelona.

Guerrero que es,

con micrófono, un artista,

tendrá que aflojar el cuerpo:

número uno en la lista.

Quiere acariciar tu cuerpo

tu melena ensortijada

está dispuesta a ser tuya

siete días a la semana.

CONPPRYT te recordará

por lo mucho que le diste,

La Llorona te escogió,

ni tiempo de arrepentirse.

Ya pensaba reelegirse

mas la jugada cambió

Rangel ya no trasmite,

La Llorona lo mató.

Manuel Fernando Guzmán Jiménez

Un poeta en el exilio

Guadalajara, Jalisco, enero 2019